lunes, 30 de julio de 2012

IDENTIDAD DEL ALMA. EL IRIS DE DIOS.


La estructura psíquica refleja y secuencia la identidad del Alma. Es parte de ella, como lo es cada mínima célula del organismo. La identidad del Alma, el iris de Dios. Ese resplandor que nosotros limitamos a diario. Ese fuego que no se consume con el tiempo ni se apaga con nada. Esas llamas que no queman nada, sin embargo, dan un calor intenso.
En esas dimensiones pensamos a la estructura psíquica, de la que estamos hablando. Cada pieza de este gran rompecabezas es clave y fundante. Es la pieza completa la que refleja el sentido de cada uno. Pero no disimula el valor de todas las restantes. Porque el todo es una parte más, no la más importante. Tener la capacidad de ver la dimensión real de las potencialidades humanas nos permite ver a la cara al iris de Dios. Poder tener en el corazón ese soplido que nos indica que estamos vivos, gracias a una matriz de la que somos parte.
La identidad del alma se refleja, se espeja en la estructura psíquica y en la composición corporal, tanto como en la dimensión social y en todas las formas de las formas. Podemos observar como está el Todo presente en un milímetro de aire saliente de un pulmón. Lo mismo sucede cuando la enfermedad sugiera alguna perturbación. Se reproducen las emociones, se traducen al cuerpo, se piensa desde ese velo, se relaciona y vincula desde allí. Toda una matriz que se orienta en su dinámica, que se refleja en las restantes almas que quedan involucradas.
El iris de Dios está en el alma del corazón de la célula humana. En esa explosión dinámica y permanente. Que no destruye ni se enciende, que no se apaga nunca. Ese brillo azul, esa llama de luz es la que sostiene a la estructura psíquica.
Y se mantiene en silencio.
Un silencio eterno, nada vacío. Nada de sonido. Sin intervalos ni misterios.
Ajeno al tiempo. Más allá de la evolución. Es esa paz interior de la que poco sabemos todavía. Es esa espera perdida donde el psiquismo puede empezar a ser. Donde el quantum es, eterno. Lejos de la rueda de los nacimientos, más acá en el tiempo, antes de nacer.
La más mínima huella conserva la identidad en ella.
Una muestra del iris azul.
El quantum de dios.
Psicología Cuántica.

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