lunes, 30 de julio de 2012

EL PRECIO DE LAS IDEOLOGÍAS. EN OFERTA.


Las ideologías tienen un precio. Y se están pagando bastante barato. El precio tiene sujeto y su predicado es un hecho. Hoy se venden a cualquier precio. Y no sólo hablo de las ideologías políticas. Pero vamos a disolver una mentira, esto pasó siempre. Cada vez que en la Historia los las personas han participado alguien ha comprado y otro ha vendido. Nos han mentido (y no un ratito) diciendo que las ideas y el pensar, detrás pasaba el dinero. Hoy estamos en juego, se paga con vidas ajenas.
Las ideologías no condenan, ni hablan por uno. Ni se defienden. Siempre hay un jefe que da la orden y manda a sus peones. Ese se vende por millones, que serán miles de millones más. Mientras los que se van a pelear, dicen que defienden la Historia. ¿Se dan cuenta que están escribiendo otra?
¿O es toda la misma?
Pero mi crítica, la que ustedes ya conocen, va más allá del horizonte que hoy nos complica y preocupa. Llega hasta la punta de la lanza que se ha partido. Cuando una amiga se ha ido rompiendo los códigos de una relación. Cuando el dolor es generado por una traición, vendiéndose los principios. Y todo lo que habíamos dicho sobre la amistad, el compartir, el honor y no sufrir. Una ideología que se abría camino entre dos. Una forma de pensar que se perdió, porque alguien le puso mejor precio.
Una forma de pensar, hoy, no es cara. No se avanza si no se escala. No se llega si no se mata. Aunque no parezca se engañan, ellos también tienen precio. No hablo del que no veo, miro a muchos a los ojos. A esos otros que ya no oigo porque su voz ya no me visita.
No es propia la partida, de ajedréz y de la vida. Son las ideologías que siempre fueron moneda corriente. Hoy son evidentes mentiras y discurso. Que sirve, para que oculto, se siga negociando por un precio. Sea el del mercado negro, sea el mundo de las conveniencias.
Un discurso que he escuchado durante años sobre los milagros de las relaciones, hoy es torpe, se esconde para no dar la cara. Se venden las desilusiones. El mejor negocio sigue siendo el que confía. El que da por alegría, el que quiere compartir. El que ama sin un fin, pierde en las manos del otro. Reclamos absortos de mentiras dichas con credibilidad.
El precio llena las alcancias. Y las ideologías son un invento de los libros.
En la calle está el cuento. Los diarios han escondido el secreto. Y vendido más y más ejemplares.
La pasión es un arte. Y el negocio necesario. La ideología era de un extraño e insignificante mundo perdido. Ideas que han vendido muchos libros, seres creados para producir un beneficio. Somos niños que no hemos entendido los engranajes, somos articulables por los hilos que tenemos colgados.
¿Somos seres humanos? ¿O comerciantes usureros?
El negocio ha nacido cuando el hombre surgió en el paraíso. Y le puso un precio a Dios.

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