lunes, 30 de julio de 2012

¿Es justo? Es necesario.


¿Es justo ocultar algo? ¿Es necesario? Es inevitable. Es indispensable para poder sobrevivir en la matriz de una sociedad humana. Peor que en la jaula, más asediados que en la selva. Aquí las fieras están sueltas y más hambrientas que nunca. ¿De qué? Del otro. En crudo y sin filtros. Se ansia la carne humana. Y el psiquismo ajeno. ¿Era necesario llegar a esto? Seguro que no, pero así lo hemos hecho.
Llegamos. Tarde o temprano, no sé bien si es la hora. Pero que muchos seres humanos han muerto en vano, de eso estoy seguro. Por una justicia fría que no llegó a tiempo. Porque para muchos la necesidad era un motor, pero no la consecuencia de una venganza. Para tantos otros la esperanza no fue suficiente. Porque la realidad mordía los talones, porque la crueldad se hizo costumbre. ¿Era tiempo de llegar a esto? Nunca es suficiente, nunca es necesario. Pero somos seres humanos, entonces ¿era esperable?
Es justo. Es necesario. Es inevitable. Es esperable. Es y se impone la evidencia. La oscuridad rinde sus cuentas y tiene saldo a favor. En cuanto al dolor, todas las cartas están manchadas. Respecto del rencor, ya ha asfaltado varias ciudades enteras. Ya se han explorado todos los territorios ocultos, hasta el último rincón posible. Todo en nuestras narices, pero oculto.
Con al puerta cerrada.
Es necesario empezar a poner un orden. Es indispensable comenzar a entender las razones por las que llegamos a este punto de la Historia. A este crudo infierno, tan frío como tan ardiente. Donde los adultos presentes no pueden cuidar a los niños, donde los familiares o amigos son los que más lastiman. Donde las orillas se han acercado demasiado, y los del otro lado, ya están de este. No se puede hacerle frente a la corrupción que se ha propagado. No se puede limpiar lo que han ensuciado, porque no quedan espacios libres. El aire se ha contaminado, la tierra está llena de basura, las almas oscuras nos están gobernando y el mundo se está alterando, porque el desorden es mayoría.
Lo hemos ocultado demasiado. Ya los gritos no son de protesta. Los aullidos se acuestan con sus víctimas, por la noche. Hemos postergado mucho la solución. Y el horror ya es costumbre. El esplendor ya no es suficiente. Ya no alcanza para salvar vidas. En la noche se hace escarcha.
En las vidas se siente el frío.
No hay hombres escondidos, hay almas oscuras. Que necesitan ser iluminadas. Porque es necesario, porque sería justo. Por todos los seres humanos que están hoy bajo el techo de la injusticia. Sin calma ni tranquilidad. A quienes no les llegará la paz hasta que no se pongan las cosas en orden.
La justicia y la necesidad. Unidas de la mano. Enfrentadas con lo humano.
¿Desde hace tanto tiempo?

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