El gran negocio de
las empresas, el gran negocio de las relaciones. Mantener un mundo aparte,
disociado del otro, el mundo personal. Alimentando las grandes ambiciones, las
carencias y el narcisismo, para hacer bendito un negocio que sigue creciendo.
Donde el manejo del poder, que no siempre posibilita, esta en manos de personas
que no están preparadas para asumir la responsabilidad que conlleva.
Un mundo que espera
a sus integrantes todas las mañanas, que cierra sus puertas pero nunca sus
límites. Y los lleva cada vez más alto, hasta las nubes de la ambición y lo
soñado. No son negativas, son parte del mercado moderno que hemos desarrollado,
donde cada uno pone su ladrillo.
¿En el muro?
Seamos oportunos y
empecemos a aprovechar los recursos que allí se encuentran.
Aquí leerán todo
tipo de artículos. Desde lo más sencillo hasta las cuestiones sumamente
complejas. No se asombre ni enloquezca, es parte de lo que vivimos a diario.
En las empresas
sucede tanto como afuera. Esa es su riqueza, por eso las estamos pensando. Un
mundo que ofrece la posibilidad de ser de otra manera, que en su mundo
habitual.
Es para pensar.
Para tener en cuenta.
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