jueves, 6 de diciembre de 2012

El poder que no está usando el hombre. Lo mental.



Es un poder extraordinario, que nos puede permitir hacer un mundo totalmente distinto. Pero el hombre se ha resistido desde el comienzo de los tiempos a usar el verdadero potencial que la mente tiene, en su interior. Y prefiere utilizar las ventajas de lo corporal, para distraerse y perderse en la niebla. Una miseria que lo lleva a perder la profundidad y a desestimar la verdadera riqueza de la condición humana.

Desde que uno ve la Historia es que el hombre se asesina. Una hermandad que ya es devastación, por más que hayan cambiado las formas en que nos asesinamos unos a otros. Parece tan irracional. Parece muy lamentable. Ver que cada padre tiene que enterrar a un hijo, ver los castigos a los que nos condenamos constantemente cuando decidimos salir a la calle. ¿A perder la vida? O tal vez, sólo a arruinarla. Desde los pañales de la Historia hasta la adultez extraña que estamos viviendo, uno ve el desasosiego y la anarquía, se ve durante los cortos años de la vida que muchos mueren sin haber vivido. Que muchos han desistido de continuar el camino, porque pierden las fuerzas. Porque la miseria les muestra que los años no llegan solos, y que el cuerpo no lo aguanta todo. Una imagen que juega con el tiempo, el poder del cuerpo que se pierde, supuestamente, con los años. Un poder limitado, que depende de las fechas y del reloj en hora.

Una limitación bastante limitada, que no puede contra nada. El cuerpo es frágil, admitámoslo. En contraposición, la mente no llega a sus límites con facilidad. Y está mucho más allá del tiempo. Juega con las agujas del reloj, y genera una tempestad cuando está iluminada, desarrollada y a plena máquina. La mente, como lo emocional, son el verdadero potencial. Albergan las grandes riquezas de la raza humana. ¿Será por eso que nos maltratan con el cuerpo? Para que no pensemos y no usemos el ingenio que se conserva intacto allí. En lo mas mundano, al alcance de todos.

Si la mente individual puede resolver muchos problemas del camino. La mente socializada, la mente unificada, la mente en relación puede mucho más. Y más que el corazón. Nos enseñan a diario que una mente fría te convierte en lapidario. Que el corazón en sus manos, se vuelve peligroso y hostil. Eso no es tan así, por más que ejemplos sobren. La mente en su máximo potencial puede ser increíblemente sustanciosa, criteriosa y beneficiosa, para la vida individual y para la humanidad. Lo demás es cuestión de egoísmos, de carencias y maldades; deformaciones circunstanciales o esenciales que no dependen de la mente, sino de los afectos. Y de los vínculos. No mezclemos y no nos empantanemos.

Obviamente no se puede disociar la cuestión, y dividir los reinos. Para tener una vida a pleno se necesita desarrollar todos los aspectos de uno. Un corazón mudo no llega lejos, una mente sin cuerpo es pura fantasía. Un alma sin vida no es una vida llena de alegrías. Una mente inescrupulosa se convierte en una marea sin costas con un oleaje tempestuoso. Pero la mente desarrollada, la mente potenciada no se convierte en un arma, pues sabe perfectamente de lo que es capaz. Es claro que el crecimiento debe ser parejo, para que la dinámica no se destruya.

Nadie quiere los extremos, pero ya me canse de la chatura.

Hombres y mujeres que parecen seres inteligentes, no tienen nada en la mente. Y sólo quieren el crecimiento económico. Cuando se quedan solos, no escuchan nada. Ni siquiera la voz del interior.

El poder de la mente esté pendiente. Es una de las grandes deudas de la Humanidad. Tal vez con ella se salvarían muchas más vidas de las que se están salvando hoy con el dinero. Un capitalismo austero que necesita arruinar al pensante, por ser una barrera infranqueable a la hora de llenarse los bolsillos.

Una deuda pendiente que debe comenzar a saldarse, sino en breve no habrá quién se juegue la vida. Porque la habremos perdido todos.

Un alma rica es conciente de su mente. Y su potencial. Es la que no le teme a volar y desplegar esa potencia que puede resolver muchísimas cuestiones de la vida. En lo cotidiano, en lo sano y de lo enfermo.

El poder que no está usando el hombre.

Y así estamos…

Agonizando.








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